Corsi e Ricorsi

Acerca su tarjeta SUBE al lector y le pregunta al colectivero :
- ¿Esta?
El colectivero asiente con un gesto de su cabeza
Ve que "su" asiento esta ocupado. El primer asiento de la primer fila
Entonces se sienta en la segunda fila, en esos asientos que miran en sentido contrario al del viaje.
- No puedo viajar en los asientos que miran hacia atras. Me mareo- me habia comentado otra señora de la edad de ella.
Quizas ella tambien se marea porque se sienta de costado. Mirando por la ventana opuesta.
Enotnces veo su perfil.
Me recuerda a la abuela materna de mis hijas mayores.
¿ Se llamara acaso Nelida o Marta o Hebe o Estela ?
¿ Sus nietos le diran Yiya, China o Anyulina ?
La vuelvo a mirar y siento que estoy llorando
Esa mujer tiene algo de mi fallecida madre.
No se que es,  porque su tipo es muy distinto al de mi madre.
Probablemente la mirada perdida. La de los ultimos dias de mi madre
Ese mirada pasiva, notable en referencia a aquella mujer cuya mirada era motivadora , por sus hermosos ojos, por su ternura.

Sigue clavando su mirada en la ventana opuesta con la atencion que merece su esfuerzo.
No equivocarse en la parada que debe descender.
Su viaje es de pocas cuadras, quizas veinte, no mas.
Y alli se mueve hacia la puerta delantera, para pedirle al chofer que la acerque a la vereda.
Al bajar se toma del brazo de uno de los jovenes que esta por subir.
Y este la ayuda, para que baje graciosamente, mientras ella lo mira con esos ojos de abuela buena,
Esos ojos que deben haber visto irse a otros y ver nacer a los que vienen en reemplazo.
A los que llegan, en la eterna ronda que hacemos los humanos entre la vida y la muerte


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